Como la sociedad cambia, nuestras necesidades también.
¿Qué hacer con las cenizas después de una incineración?
Los precios han tirado para arriba de la cremación, más barata que el enterramiento. Pero no solo los precios, también influyen el cambio cultural, la falta de espacio en las grandes ciudades, o simplemente el deseo de rendir un homenaje menos melancólico y más emotivo al ser querido.
¿Qué hacer con las cenizas del difunto?
En España sale más caro morirse que en la mayoría de los países europeos: Un negocio muy vivo.
Puedo conservar las cenizas en el propio hogar, elaborar un brillante tras su cristalización, enterrarlas en lugares habilitados para ello o esparcirlas en el mar.
Esas suelen ser las prácticas más habituales -esparcirlas indiscriminadamente en arroyos, lugares protegidos, parques públicos, etc. no está permitido, y pueden resultar contaminantes y perjudiciales para la salud.
¿Y si me tengo que enfrentar a la última voluntad del difunto?
Puede que nos enfrentemos a un verdadero reto. En este caso es conveniente ponerse en manos de una empresa especializada, y algunas ofrecen barcos y helicópteros por aquello del arrojar las cenizas al mar.
La empresa española YATRI, pionera en este tipo de homenajes póstumos en todo el mundo, ofrece veleros con capacidad para ocho personas con cuatro horas de navegación, pétalos de rosa, refrescos a bordo y música grabada a un precio que oscila entre 390 y 480 euros. Pero ojo, puedes optar por un catamarán que sale sensiblemente más caro, 2.180 euros e incluye sacerdote a bordo o catering.
Y si lo que queremos es un helicóptero, puedes tener un Eurocopter, con capacidad para seis pasajeros, 1 hora de vuelo, con reserva
de restaurante para 15 personas, dos coches de Mercedes Clase E con chófer -hasta 100 km-, ceremonia civil con música en directo, 2 músicos: violinista y bajo-, proyección y montaje audiovisual de la vida de la persona.
Y es que cada homenaje póstumo es un mundo. “Nuestra misión es aportar la mejor solución a cada caso concreto. Hacerlo más fácil y llevadero para los familiares, evitando complicaciones y trámites incómodos”,apunta el director general de Yatri, Juan Antonio González Angulo. En definitiva, una forma diferente de convertir una situación triste, cara y engorrosa en un recuerdo más emotivo y entrañable.
Si de lo que se trata es de despedirse de ‘los otros’ seres queridos, es decir de una mascota, tendremos dónde elegir. Las incineraciones de los animales domésticos se han multiplicado por cinco, lo que dispara el negocio de las funerarias para perros, que se reinventan con servicios de todo tipo. Y es que cerca de 35.000 animales son incinerados y enterrados al año solo en la Comunidad de Madrid.La empresa San Antonio Abad, que comenzó su actividad recientemente, ofrece todo lo necesario para decir adiós a nuestra mascota como ella lo haría con nosotros.
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