Testimonios
Homenaje despedida en el mar de las cenizas de Pablo
Contacta con nosotros a través de la web Maria, es la hija menor de Pablo, nos pide información y consejo para despedir a su padre, cuyas cenizas están en casa, ya que falleció recientemente.
Ellos, Mata y Pablo, tienen una casa en La Manga y aunque viven en Murcia, ese lugar tiene mucha vinculación con ellos, ya que se conocieron un verano allí, hace ya muchos años.
A Pablo le gustaba salir a pescar, con una pequeña embarcación con motor que compró para su mayor hobby, «pescar».
Maria, me comenta que a su padre le había oído en muchas ocasiones, que en su barca, con su caña y en un lugar muy especial, en el que él sentía mucha paz, paz de espíritu y lugar donde le gustaría descansar al morir.
Nos pusimos manos a la obra, a buscar como cumplir con la voluntad de Pablo, de tal forma que ellos, su familia, dieran solución a la petición de su padre y su «despedida homenaje» fuese entrañable, acorde a como él era, sencillo, trabajador y el mejor padre y marido que ellos hubieran deseado.
Preguntando, preguntando, supimos que a sus dos hijos les gustaba también el mar y practicaban con frecuencia pesca submarina.
Por lo que la propusimos, que embarcasen todos en un precioso velero, para hacer la travesía al lugar tan especial, donde su padre consiguió tantas satisfacciones con la pesca, y quiso que en ese lugar descansaran sus cenizas. Así, que sus hijos, con el equipo de buceo y las cenizas del padre, se sumergieron hasta posar la urna cerámica con sus cenizas en el fondo de ese lugar especial. Uno portaba la urna de Pablo, el otro lo estaba grabando y se veía en una pantalla en el barco, donde se encontraban Maria y Marta, su mujer.
Colocaron junto a ella, una piedra de mármol sin pulir, a la que había tallado, una frase escogida por sus hijos, unas iniciales, las de su nombre y una fecha, la del día que les dejó.
Una vez depositado, volvieron a subir al barco, rezaron unas oraciones que él les enseñó cuando eran niños y que habían escrito en unos papeles para que leyese cada uno, junto a esas lecturas y otras de sus valores como persona, anécdotas y momentos especiales de su vida, y sonaba de fondo una música cargada de recuerdos para Pablo y Marta, hablaron en voz alta entre ellos de él, de sus valores, de sus ocasiones tan memorables, de su personalidad, le recordaron y destacaron sus valores y por fin le dijeron, «Hasta pronto, algún día caminaremos juntos el camino de la eternidad, no nos esperes, pues tardaremos y en tanto cuidaremos de mamá, ya que tú no vas a poder hacerlo desde donde estés».
Esos papeles, se quemaron en un pebetero improvisado en el barco y como era al atardecer, unos farolillos de luz que se elevaron al cielo, simbolizaba, que sus mensajes iban directos al cielo, para él, para que su padre y marido los tuviera siempre como recuerdo de su despedida.
Volvieron a puerto, y fueron a un restaurante al que ellos tenían costumbre de ir, pero ese día tan solo había un plato en la carta, el plato preferido de Pablo, y en su memoria, todos comieron lo mismo.
Todos lloraron un poco, pero a la vez a todos se les escapaban leves sonrisas al recordarle, pues él no estaba entre ellos, pero nunca estará en otro lugar mejor que en sus corazones.
«Buen viaje Pablo, espéranos en el cielo».
Homenaje en tierra con plantón de tejo
Álvaro se pone en contacto con nosotros, “nuestra abuela con 92 años ha fallecido”, estamos en el tanatorio y sabíamos que ella quería ser incinerada y que sus cenizas no estuviesen en el cementerio, lo tenía muy claro y nosotros estábamos dispuestos a cumplir su voluntad.
Por la fecha en la que sucedió, les aconsejamos que debería esperar al otoño y que tras unos días de lluvia buscar un plantón de árbol autóctono para la zona en que se solicitaba el servicio de despedida homenaje con sus cenizas.
Utilizar las cenizas de su abuela como base y alimento para ese plantón de un árbol, en un lugar muy especial para ella y en el que las futuras generaciones recordasen, pudiesen visitar y este acto que se iba a realizar tuviese también una aportación a la naturaleza.
La convocatoria fue importante, ya que asistieron más de treinta personas, varias de ellas mayores y con limitación de movilidad y como tuvo éxito decidimos hacer y coordinar varios momentos especiales.
Se propusieron unas lecturas, de las que hicimos partícipes a casi todos los asistentes para completarla. Se decidió convocar a los asistentes en un restaurante y todos comieron el plato favorito de la abuela, brindamos con champan pues era su bebida favorita, a la vez que cada uno comentaba en voz alta una o varias anécdotas curiosas que vivió con ella. Se puso una marca muy discreta e integrada en el entorno junto al plantón para su identificación, se descubrió un retrato en óleo que se entregó a su única hija Alba. Su recuerdo durante todo el día estuvo presente para todos, pero sin sentir el dolor y la pena de su partida, ella nos va a cuidar desde el cielo se dijo en varias ocasiones, donde estamos seguros que fue.
Al llegar al lugar señalado de esa montaña donde ella quiso estar para descansar y disfrutar de su belleza, de esa paz que allí se respiraba, contamos con el apoyo de los forestales para con sus vehículos ayudar a acercarse a las personas más mayores o con dificultad para poder llegar al lugar escogido. Cual fue la sorpresa, que ellos nos habían facilitado la tarea, escogiendo un lugar muy especial, con el hoyo hecho, con mantillo para la base y dos calderos con agua, para que tan solo nos dedicásemos a su despedida, su homenaje a su larga e interesante vida, a hablar todos y participar de aquel momento tan especial.
Su presencia se palpaba en el aire en todo momento, en los corazones y en la memoria de todos y cada uno. El respeto, los silencios, las menciones, la música que escuchamos…… todo lo que allí sucedió era en su honor y a todos les dejó la misma sensación, el haberla despedido como quiso, estando los que a ella la importaba y con la sensación de decirla “Hasta luego”, que algún día tendrás que venir a nuestro encuentro y entonces estaremos juntos para siempre.
Cenizas desde el aire
Pierre, nació en Suiza y al terminar los estudios trabaja para una multinacional y le encargan un proyecto en una filial en España.
Allí conoce a Amalia, se enamoraron y él consigue que ella le acompañe a su tierra, pues incluso la consigue un trabajo allí para que puedan estar juntos.
Se casaron en 1956 y tiempo después nace Albert, su único hijo.
En 2014 falleció Pierre y sus cenizas, por expresa petición de él y voluntad de su mujer, quisieron que estuviesen en un lugar especial de Los Alpes, donde ellos daban largos paseos y hacían excursiones con frecuencia, pues que a ambos les gustaba mucho la naturaleza.
Albert nos pidió que le aconsejásemos algo bonito, original y muy personal para poder despedir a su padre y realizar junto a su madre un homenaje y despedida de sus cenizas en el aire en aquel entorno tan bonito y a la vez tan especial para ellos.
Partieron desde Madrid en vuelo regular y próximo al aeropuerto de Zúrich les esperaba un helicóptero que les trasladaría hasta ese lugar tan especial.
Dieron un paseo por la zona con el helicóptero mientras entre ellos comentaban sobre la vida de gran calidad que tuvo Pierre hasta que una desgraciada enfermedad se lo llevó, disfrutaron del paisaje, disfrutaron del momento en el que Albert y Amalia, sujetando con fuerza junto a su pecho la urna de las cenizas de Pierre, se despedían en silencio de él y volcaban su contenido en ese lugar tan especial.Le rezaron unas oraciones, pues él era católico practicante y creía que todo no terminaba cuando su vida en este mundo se acabase y que algún día se reunirían con él.Volvieron a la capital suiza y fueron a un restaurante, donde ellos fueron la primera vez que llego a esa ciudad Amalia, recordaron con gran cariño esa y algunas ocasiones más y pasearon por aquellos lugares que él la enseñó, donde fueron tan felices y donde él quiso que reposaran sus cenizas. La vida ha de continuar, decían en voz baja mientras planificaban la vuelta a Madrid. Cumplieron con su voluntad y su despedida con la entrega de cenizas des el aire fue menos dolorosa de lo que habían imaginado.
Descansa en paz
**Esta historia está basada en hechos reales, los nombres no son reales para cubrir la identidad de los mismos.